viernes, 4 de abril de 2014

Capítulo cinco: "Best friends forever and ever."

One And Only









Subí al auto, resignándome a que mi casi hermana no se iba a quitar de mi lugar. Mejor, así no estoy cerca de mi papá. Metí mi mochila primero, y después yo. Y todo el trayecto en el asiento trasero fui llorando en silencio. He sido cambiada.



––––––––––––––––––––––––––Narras Tú––––––––––––––––––––––––––



Bajé del auto, preparada para que el primer día fuera el peor de los primeros días de toda la vida, gracias a mi querido padre.


Azoté la puerta. Se que papá odia eso con todo, y más con este cochecito que trae. Con pasos largos y firmes avancé. Quería alejarme lo más posible. 

Comencé a recordar todo lo que había pasado con él desde pequeña. Siempre fui su consentida. (No lo había contado, pero tengo un hermano. Es mayor que yo. Ya no vive con nosotras, porque está apunto de casarse. Lo quiero muchísimo. Nos comprendemos mutuamente. Somos los mejores hermanos. A penas tiene 25, pero dice estar seguro de que ama a su chica.) Siempre me compraba lo que yo quería, hacía todo lo que yo quería, y sólo quería estar conmigo, ¿ajá? No sé cómo eso pudo haber cambiado. Yo sentía como si estuviéramos unidos por un vínculo, que aunque no estuviéramos juntos, nos sentíamos cercanos. Y ahora, es como si ese vínculo se rompiera. No sé si me explico.

Adiós, papá. Hola, vida de mierda.

Iba sumida en mis pensamientos, cuando un fuerte dolor en la espalda se apoderó de mí. Y de pronto, supe que estaba tirada en el suelo y que había caído... o me habían tirado.

–Fíjate imbecil–alcancé a decir.
–Yo.. lo lamento, no me fijé por donde iba–dijo, mientras yo me recomponía y tomaba mi mochila que se encontraba tirada en el piso.
Subí la cabeza para ver quien había sido el estúpido que me había lastimado. Y me encontré con un chico realmente lindo. Con una hermosa sonrisa de oreja a oreja. Era musculoso. Muy. Llevaba una playera de tirantes negra, una gorra de víscera plana blanca con negro, y unos collares largos y delgados–jaja, hasta me aprendí su look–. Lucía así:


–Perdón, igual. Tampoco me fijé–no paraba de sonreír.
–No importa, linda. Me llamo Wesley Stromberg–comentó, extendiendo su brazo para darme la mano.
–_________(tn) ___________(ta), mucho gusto–respondí, estrechándole la mano.
–El gusto es mío–cabe aclarar que todavía estaba sonriendo.
–Si... bueno, tengo clase, ojalá nos volvamos a ver–dije, sonriendo. En verdad deseaba verlo de nuevo.
–¿Eres nueva?
–Sí, ¿tú?
–No... llevo aquí toda mi vida. ¿Qué clase te toca?
–Mmm–saqué mi horario–... Física.
–¿Eres de cuarto?
–Ajá, ¿por?
–Bueno, sólo los de cuarto llevan física, y... creí que ibas en sexto.
–No–reí–. ¿Tú vas en sexto?
–No, voy en quinto. ¿Sabes dónde queda tu salón?
–Mmm... SsNo.
–¿Cuál es?
–El cuatrocientos veinticinco.
–Oh, puedo llevarte si quieres, queda al lado del mío. Sirve que te voy mostrando la escuela.
–Ok–sonreí.

Tal vez este día no sea tan malo después de todo...

Wesley me llevó a mi salón. Teníamos que pasar por los vestidores, al lado del gimnasio, las canchas, el auditorio, y al final de eso se encontraba mi aula. Justo a tiempo, porque iba llegando el profesor. Me senté en una banca de en medio de la orilla en donde está la ventana.
Wesley me dejó en la puerta y me deseó suerte, se despidió de mí y dio vuelta. Vi cómo se alejaba corriendo, lo que me dio a entender que su salón no estaba al lado del mío, por lo que estaría llegando tarde a su primer clase. No tan astuto, jaja.

Mis profesores eran normales. Quiero decir, ninguno era muy duro o pesado. Y no entablé conversaciones con mis compañeros. Así que todo normal. Entre la cuarta y quinta hora tuve una hora libre, por lo que saqué una libreta–mi diario– y comencé a escribir en ella. Al recordar todo lo de hoy, no pude evitar llorar de nuevo. Realmente me duele lo que pasa con mi padre. Hoy en la mañana lo sentí tan distante... tan desconocido... tan ajeno a mí.

–Hola–mis pensamientos fueron interrumpidos por una voz femenina. Miré hacia arriba para encontrarme con la persona que más odiaba en este momento. No contesté. –Oye, sé que estás molesta por lo de Zach–mi padre–, pero debes entender que mi madre y él se aman. Yo lo tomé de a misma manera al principio. Créeme, te acostumbras.
–Jamás podría, y ¿sabes? Estaba haciendo algo importante, y no quiero hablar contigo. Así que si no te importa...
–Debes escucharme. Todo bien contigo. Si te lo hubieras tomado bien, hubiera sido raro. Comprende, si de verdad quieres a Zach, debes apoyarlo. Sé que no se portó muy bien contigo hoy, pero quiero que sepas, que no ha parado de hablar de ti en todo el tiempo que llevamos viviendo junto con él. Y hoy, estuvo ensayando que te iba a decir. Estaba muy nervioso, y temía tu reacción, porque él a ti te quiere mucho y no le gusta verte sufrir.
–¿Qué decía de mí–pregunté intrigada.
–Oh, varias cosas. Experiencias de tu vida, tus gustos... Muchas cosas–sonrió–. Él te quiere, como a nadie. ¿ajá?–añadió.
–No lo sé...
–Mira, ¿qué te parece si el viernes salimos y charlamos bien?
–Mmm–dije, dudosa–... No sé...
–Anda, puedo presentarte a Stromberg, aunque creo que no hace falta–rió, tímidamente.
–Ok–reí, ante su propuesta. Me di cuenta que no sabía su nombre–. Por cierto, me llamo...
–________(tn)–me interrumpió–Lo sé. Puedes decirme Juli. Un gusto, y nos vemos el viernes a la salida.
–Claro–y se alejó.



––––––––––––––––––––––––––Narras Wesley––––––––––––––––––––––––––

Hoy en la mañana discutí con William por teléfono. Es mi padre, pero no decide sobre mí, ahora que no vive en donde yo. Y la razón fue por pedirle permiso para hacerme un tatuaje. Obviamente, yo no iba a pedirle permiso, pero mamá me pidió que lo hiciera. Le hice caso, porque luego a la que le grita es a ella. Prefiero que me grite a mí que a ella. Después lo convenzo.

Hoy conocí a ________(tn). Es linda y creo que iba enojada. Bueno yo igual, pero me alegró el día. Aunque le dije unas pequeña y piadosa mentira acerca de mi salón... Espero que no se de cuenta, porque eso sería muy vergonzoso.

La dejé en su salón y me fui corriendo. Con suerte, llegaría 6 o 7 minutos tarde, y eso si me apuraba. Aunque creo que valió la pena.
Llegué a mi salón, olvidaba que clase me tocaba, pero a penas vi la ventana y me encontré con la señorita Ana. Dios, esto es un martirio.
Toqué la puerta sin esperar que me dejara pasar, porque obviamente no lo iba a hacer.
Al segundo se abrió dejando ver su rostro. Parecía... ¿feliz?

–¿Si, señor Stromberg?
–¿Puedo pasar?–dije un poco dudoso.
–Lo vi llegar temprano, ¿qué ocurrió?–me dijo un poco seria.
–Oh, si. Tuve que ir a la dirección–no respondió–. Lo siento, señorita.
–Oh, no pasa nada. Sólo he alcanzado a explicar pocas cosas sin importancia. Pase, pase–¿ah?

Me dirigí a mi lugar, al lado de Carter. Lo saludé con la mano y me senté.

–Como iba diciendo, este año va a ser diferente. No va a ser cien por ciento examen. Va a valer también su cuaderno y qué tanto participen.
Oh, que bien. El otro año tuve que repasar Geografía por el maldito examen. Este año no nos va a dar geografía, toca historia, y en mi opinión las dos materias son un asco. Bueno, da igual. Algo pasa aquí, ¿por qué ha cambiado de actitud? Siempre es tan odiosa, y enojona. Y ahora parece feliz y relajada. Al rato hablaré con Carter.

Terminó la clase, y tocaba Biología, pero no vino, por lo que tuvimos clase libre.
–Oye, bro, ¿qué pasó con la señorita Anna? ¿Tu hermano ya le hizo caso?–bromeé un poco.
–Mi hermano no, pero mi primo sí.
–¿Tu primo? ¿No vivía en California?
–Sí, pero vino a estudiar acá.
–Oh, que siga así.

En eso divisé a ________(tn). Estaba ¿llorando? Estaba debajo de un roble con una libreta y una bolígrafo en la mano. Supongo que estaba escribiendo. Pensé en acercarme, pero después pensé en que sería mejor dejarla sola... Está bien voy a acercarme... Pero en eso llegó Julieta, o creo que así se llama. No la conozco, va en cuarto, pero anduvo con Keaton el año pasado, así que la he visto algunas veces en mi casa. (Keaton es mi hermano menor.) Ya no pude acercarme...

–Oye, Wes. ¿Por qué llegaste tarde?
–No lo sé, quería perder tiempo–intenté ocultarlo, no sé porqué.
–Ah, ya, Ahora dime la verdadera razón por la cual llegaste tarde–rió.
–Conocí a una chica nueva.
–Ah, ya. ¿Cómo se llama?
–________(tn). Va en cuarto, pero es muy guapa.
–Luego me la enseñas.
–Claro–sonreí.



––––––––––––––––––––––––––Narras Tú––––––––––––––––––––––––––

El resto del día fue normal. No me encontré con Juli, ni con Wesley.
Iba caminando hacia el estacionamiento, cuando divisé una figura familiar. ¡Naty!
Corrí hacia ella, la extrañaba tanto.

Ella no me vio, parecía buscando a alguien –supuse que era yo–. Así que me acerqué y tapé sus ojos. Supo que era yo. Siempre lo sabe... Supongo que es parte de ser Mejores Amigas.

–Te extraño taaaaanto...–dijo entusiasmada.
–Si, ya lo dijiste. Vamos a casa –dije bromeando, porque obviamente yo también la extrañaba.
Me dio un golpe en la cabeza –de broma, claro– y nos dirigimos a casa.

–¿Puedo quedarme a vivir aquí?–reí.
–¿Por?
–Porque amo tu casa.
–Entonces, encantada de tenerte aquí.
–Sabes que me encantaría vivir contigo.
–Lo sé.
–Esta conversación no tiene sentido.
–También lo sé–reímos.
–Oye, tengo hambre.
–¿Cuándo no?
–Tonta, ya en serio.
–Bajemos a comer y luego te cuento.
–Ok.

Fuimos al baño, nos lavamos las manos, y bajamos a comer.
Nos sentamos en el ante-comedor y esperamos a mamá.
Cuando llegó mamá, Linda trajo crema de zanahoria. ¿Les he mencionado cuanto amo la zanahoria? ¿No? Bueno, la amo. Y todo lo que se le derriba, o sea, crema de zanahoria, pastel de zanahoria, jugo de zanahoria, todo. Simplemente la amo. 
Después trajo brochetas de res, y de postre sacamos un helado del refrigerador, creo que era de frambuesa.
Cuando terminamos subimos al cuarto como habíamos quedado para contarle todo. Y sí, le conté todo, desde la fiesta, hasta mi "hermanastra" Juli, pasando por el/los besos con Harry, Louis, la desilusión de papá, Wesley, y que mi hermanastra no era tan mala como parecía.

–¿O sea que Louis te gusta, pero te besaste con Harry y conociste a Wesley, y...?
–De esa manera suena terrible, ademas no me gusta Louis, tiene novia.
–Di lo que quieras, se que te gusta. Y, no sólo suena terrible. ¿Por lo menos Harry estaba bueno?
–¡Natalia!
–¿Eso es un si?–me ruboricé– ¡Eso es un sí!
–Bueno, ya. ¿Qué opinas de lo otro?
–O sea, ¿Louis también estaba bueno?
–Naty, ya hablando en serio–le reproché.
–Ok, hablando en serio. A ver, hablemos conforme ocurrieron las cosas. Primero, te encontraste con Louis y blah, blah, blah, hasta la fiesta. Y te gustó.
–Ajá.
–Ok, ¿qué te gusta de él?
–Bueno, realmente no me gusta, no lo conozco, sólo me parece bastante lindo, caballeroso, gra...–me interrumpió.
–Ok, no te gusta, pero te parece lindo y más. Creo que está bien, no encuentro lo malo.
–Lo malo, es que tiene novia.
–Bueno, sí. Tienes que respetar, porque las chicas que no lo hacen pierden su valor.
–Lo sé, quiero respetarlo. Además no es como si ya hubiera pasado algo. Cambiemos al siguiente tema.
–Harry...–no dije nada– ¿Te gusta?
–No, no podría. Si no conozco a Louis, menos a Harry. Y para serte sincera, no sé porque lo besé.
–Porque está bueno, por eso–reímos.
–Naty, sabes que no soy así.
–Sí, sólo bromeaba.
–Ok. No me gusta, ni siquiera creo volverlo a ver. Siguiente temaaa, por favor. Y que no sean chicos.
–Cameron, tu padre.
–Si, no sé porqué se comportó así. O sea, hoy Julieta me lo explicó, pero no entiendo.
–Yo no conozco a Julieta, pero creo que no me cae bien.
–Naty, no la conoces.
–¿Tú sí?
–No, pero es intento. Es más, quedamos de salir el viernes, puedes venir conmigo. Así la conocemos  juntas.
–Está bien. Oye, ¿puedo venir toda la semana y entrar contigo a clases?
–¿Y si nos descubren?
–No lo van a hacer. Solo no tengo que causar problemas, ni llamar la atención de nadie.
–Está bien...–dije un poco dudosa.
–Pero, ¿no piden credencial?
–Nope.
–Ok.
–¿Y tus clases?
–Ah, olvidé decirte. Me suspendieron...
–¡¿Qué?! ¿Por?
–¿Recuerdas a Alice?
–¿La capitana de las porristas? ¿Quién no?
–Bueno... Nos peleamos, y pues...
–¿Por qué se pelearon?
–Porque te insultó.
–Oh, no debiste. Sólo ignórala.
–Eso intenté pero fue muy insistente y... Bueno no importa.
–No, si importa. ¿Y...?
–Mencionó a Jesse–soltó, no dije nada. Sólo sentí como caían lágrimas por mis mejillas sin poder parar. –________(tn), oh, vamos, no llores.
–Es que... fue mi culpa, si yo no...
–No, no fue tu culpa–me interrumpió–, todo lo que pasó fue por...
–No quiero seguir hablando de esto–mi llanto no paraba, al contrario, se hacía cada vez más fuerte.
–Está bien. Cambiemos de tema, ¿qué quieres hacer?
–Mmm... No sé.
–¡Ya sé! Veamos una película y como aperitivo, helado de m&m's, ¿vale?–como me conoce. Por esto y mil cosas más, es mi mejor amiga.
–Vale–solté una risita, mientras limpiaba las últimas lágrima y mi maquillaje corrido, e intentaba pasar el nudo en mi garganta.–¿Qué película vamos a ver?
–La nueva cenicienta como en los viejos y buenos tiempos.
–¿Ahora no son buenos tiempos?
–Si, pero te fuiste y no es lo mismo–la abracé.
–Te amo, no lo olvides.
–Yo más, Mejores amigas por siempre.
–POR SIEMPRE.

Pusimos la película. Dios, la amo, me recuerda cuando Naty y yo éramos pequeñas y la veíamos siempre que nos quedábamos juntas a dormir (cada semana).
Casi al terminar la película quedamos profundamente dormidas, abrazadas la una con la otra.


Cuando te duele mirar hacia atrás, y ctienes miedo de mirar hacia adelante, puedes mirar a tu lado y tu mejor amigo estará allí.

Los mejores amigos son personas que hacen de tus problemas sus problemas, sólo para que tú no tengas que ir a través de ellos por ti solo.
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Naty, perdón si no te llamas Natalia, es que intenté contactarte pero no pude.

Perdón por tardarme, estoy en final de periodo y tenía que hacer mucho trabajo para subir promedio, pero no me olvido de ustedes. Las amo.

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Besos, las amo. 

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